En sus escritos, Nostradamus indicó: “Un símbolo de la cristiandad en Francia o España arderá en fuego purificador. Nuestra Señora llorará por todos nosotros y brillará en la lejanía. Con la entrada de la primavera una iglesia de todos los tiempos arderá por los pecadores”. A partir de esas predicciones, muchos empezaron a asociarlo con el incendio ocurrido en París.









